Originally posted 2017-05-31 06:34:20.
Gabriel Gamar
Me sumerjo inexplicablemente en mi taza de café.
El humo brota como neblina invernal y da paso a mi cuerpo intruso.
Inhalo su aroma hechizante.
El líquido oscuro se empieza a entibiar al tiempo que se derrama.
Ya no siento su calor hirviente en mi piel.
Sólo me satisfacen los pequeños sorbos que le doy para no ahogarme.
Poco a poco la taza va quedando vacía
y hasta ese momento aún estoy a salvo de morir ahogado.
Finalmente me he bebido el café hasta la última gota.
El café está dentro de mí, yo adentro de la taza
y no sé qué hacer para lograr salir del fondo…